Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere… —Juan 6:44
A
Jaime le diagnosticaron problemas cardíacos, y su esposa Rebeca ya no
podía cuidarlo bien a él ni tampoco a sí misma. Entonces, empezaron a
buscar un hogar donde vivir y que los atendieran. Una de las primeras
preguntas de Rebeca al visitar cada hogar era: «¿Hacen la comida en
papilla?». Su
preocupación era que Jaime tuviera la clase de alimentos adecuados para
su problema de deglución. En varios lugares, le contestaron que no; así
que, siguió buscando.Por fin, oyó un «sí» en un hogar de cuidado diario
cristiano.